LIPOSUCCIÓN

La grasa ubicada debajo de la piel (grasa subcutánea) es uno de los principales responsables de definir la silueta. Su grosor puede evaluarse por el test del pellizco.

La distribución de la grasa subcutánea depende primariamente del sexo. Así, en las mujeres se concentra en las mamas y en la mitad inferior corporal (abdomen, caderas, nalgas y muslos) mientras en los hombres predomina en la mitad superior corporal. 

Los cambios en su volumen al engordar o adelgazar están controlados metabólicamente por hormonas. La dieta y el ejercicio físico no pueden decidir de dónde nos engordamos o de dónde nos adelgazamos. 

La liposucción es un procedimiento quirúrgico que permite eliminar, de forma selectiva, aquellos acúmulos no deseados de grasa subcutánea. 

¿Cómo se hace una liposucción?

La práctica de esta cirugía está condicionada por el número de zonas a tratar y el volumen de grasa a extraer. En los casos más leves puede hacerse con anestesia local y de forma ambulatoria mientras que en otros casos precisa anestesia general con un ingreso en clínica de 24 horas.

Toda la intervención se practica a través de pequeñas incisiones cutáneas de unos 5 mm de longitud. Por ellas se introducen las llamadas cánulas, tubitos finos y largos de punta roma que nos permiten eliminar la grasa subcutánea por un sistema de aspiración. 

Existen muchos sistemas de aspiración validados en el mercado. Desde una simple jeringa hasta una potente bomba de vacío, pasando por diversos aparatos más o menos sofisticados asistidos, por ejemplo, por ultrasonidos, vibración o láser.

El paciente deberá llevar una faja elástica en el postoperatorio durante un mínimo de un mes después de la cirugía. Los mejores resultados se obtienen cuando la piel todavía no ha perdido su elasticidad para poder adaptarse satisfactoriamente al nuevo contorno.

La lipoescultura

La lipoescultura es una técnica de tratamiento integral de la silueta que combina la extracción de grasa subcutánea (liposucción) con el injerto de grasa (lipofilling). De esta manera, la grasa extraída no se desecha sino que tras su depuración se va a reinyectar en otras zonas corporales que tengan un déficit de volumen. 

Un ejemplo de lipoescultura sería practicar la liposucción de los acúmulos grasos de las caderas (cartucheras) y, en la misma operación, proceder a aumentar el volumen de las mamas.

Limitaciones de la liposucción

No todos los factores de los que depende el aspecto y forma de las zonas intervenidas pueden ser corregidos con esta cirugía. 

En esta intervención no cambia la calidad de la piel. Así, no elimina las estrías cutáneas ni tampoco la celulitis superficial (piel de naranja). Si la piel es de mala calidad y ya no es elástica podría no adaptarse adecuadamente al nuevo contorno y manifestar una flaccidez residual.

La liposucción no es una técnica para tratar la obesidad, sino de modelado corporal. Los candidatos a esta cirugía deben ser intervenidos sólo cuando sean capaces de mantener un peso estable y adecuado a su altura. El resultado obtenido también puede cambiar si hay oscilaciones de peso después de la cirugía.