El aparato reproductor en la mujer está formado por los órganos genitales, internos y externos.
Órganos genitales internos
Los órganos genitales internos están ubicados en el seno de la pelvis.
Los ovarios son dos órganos que constituyen las gónadas femeninas, es decir, alojan a las células germinales. Al nacer, dichas células son inmaduras y se llaman ovocitos. Con la llegada de la etapa fértil y coincidiendo con el inicio de cada ciclo ovárico, sólo un ovocito madurará de forma completa y satisfactoria, recibiendo ahora el nombre de óvulo. En el día 14 del ciclo tiene lugar la ovulación: el óvulo será "expulsado" del ovario para introducirse en la trompa de Falopio.
Las trompas de Falopio son unos órganos en forma de tubo que ponen en comunicación cada ovario con el útero. Recoge al óvulo y, en su interior, es donde tiene lugar la fertilización, es decir, la unión del óvulo con el espermatozoide.
El útero es un órgano situado en el centro de la pelvis. En la primera parte del ciclo, mientras el ovocito madura en el ovario, el útero se prepara para recibir al óvulo, hipertrofiándose la mucosa que reviste su cara interna. Si hubo fertilización, el óvulo fecundado anidará en su mucosa, donde tendrá lugar todo el proceso de la gestación. Si no hubo fertilización, su mucosa se descama y, junto con el óvulo no fecundado, se expulsa al exterior a través de la vagina al final del ciclo (menstruación).
La vagina es un conducto musculomucoso extraordinariamente elástico y que, a modo de vaina, recibe y envuelve al pene durante la cópula. Su extremo interno está en relación con el cuello del útero y su extremo externo comunica con el exterior (orificio o introito vaginal).
Órganos genitales externos
El área anatómica ubicada delante del pubis recibe el nombre de monte de Venus. Se caracteriza por aparecer discretamente abultado debido a un acúmulo de grasa subyacente.
Observando la región en posición ginecológica, debajo del monte de Venus aparecen los labios mayores, dos gruesos repliegues cutáneos colocados a cada lado de la línea media y que están en contacto entre sí, delimitando la llamada hendidura pudenda ("rajita"). Están densamente poblados por vello, como también ocurre en el monte de Venus.
Al separar entre sí ambos labios mayores aparecen los labios menores (ninfas). A diferencia de los mayores, éstos son mucho más delgados, irregulares en la forma y, casi siempre, asimétricos. No contienen pelo. Su porción central es más ancha y se va estrechando hacia sus extremos. En la confluencia superior de ambos labios menores está el clítoris, el equivalente del pene en la mujer. Al pliegue cutáneo que tapa parcialmente al clítoris se le llama capuchón, que equivale al prepucio del pene.
Estrictamente hablando, se llama vulva al conjunto formado por los labios menores y el clítoris. De forma impropia también se suele incluir en este término a los labios mayores.
Se llama vestíbulo vaginal al espacio que aparece al separar entre sí ambos labios menores. Presenta dos orificios, uno superior y pequeño (orificio de salida de la uretra urinaria) y otro inferior y mayor (orificio de entrada de la vagina o introito). En la mujer virgen, el introito vaginal suele estar parcialmente cerrado por la existencia de una membrana llamada himen.